Las discotecas siempre han sido una de las opciones de ocio preferidas por los jóvenes, como los universitarios y o los que acaban de empezar a trabajar. Aunque parece que seguirá siendo así, este público se ha vuelto más exigente a la hora de elegir dónde pasar las noches del fin de semana. En respuesta, las discotecas se han puesto las pilas y luchan por mejorar la experiencia de sus clientes más allá de ofrecerles buena música para bailar.
Lo que piden los asistentes
Los jóvenes son cada vez más exigentes a la hora de elegir dónde ir a gastar su dinero. Algunos de los factores más importantes que tienen en cuenta hoy en día son
- Los asistentes quieren experiencias más allá de buena música y bebidas frías. Valoran el ambiente que un club es capaz de crear con la tematización, la iluminación y el diseño de sonido.
- Prefieren la calidad a la cantidad. Algunos asistentes prefieren gastarse un poco más y tener servicio de botella para poder disfrutar de la noche a su ritmo, sobre todo evitando hacer cola para pedir.
- La gente está más abierta a probar nuevas experiencias. Muchos jóvenes dicen que no vuelven al mismo club cada fin de semana y que cada vez prueban algo nuevo.
Todos estos son síntomas de que los jóvenes adultos son cada vez más conscientes de lo valioso que es su tiempo y de que prefieren emplearlo en vivir experiencias únicas en lugar de limitarse a salir de fiesta por salir de fiesta.
Cuando deciden salir, se dan cuenta de si una discoteca les hace esperar demasiado en la cola o si no tienen una buena experiencia al pedir una copa. Si estas cosas se tuercen, probablemente no vuelvan y se gasten el dinero en otro sitio.
Los promotores de discotecas ya están abordando muchos de estos problemas: seleccionando mejores DJ, invirtiendo en sistemas de iluminación y sonido de última generación e intentando ofrecer una experiencia de lujo a sus clientes más valiosos.
Sin embargo, la realidad es que la mayor parte del público que acude a discotecas lo hace de forma más casual y aumentar el gasto de esta masa de público en unos pocos puntos porcentuales puede tener un impacto espectacular en los ingresos.
Cómo pueden ayudar los pagos cashless
Un sistema de pago sin efectivo puede complementar las mejoras ya implantadas por muchos clubes para equiparar la experiencia de pedir a la del resto.
Los clientes experimentan menos tiempos de espera, les resulta más fácil comunicarse con el personal del bar y gastan hasta un 30% más de media gracias a la comodidad a la hora de pedir.
Existen diferentes tipos de soluciones para los pagos sin efectivo: pulseras, tokens, pagos móviles y más. Algunas tienen un alto coste de implantación y quizás no merezcan la pena para eventos cortos como fiestas en discotecas, pero los pagos móviles son la solución perfecta para eliminar las colas para pedir en las discotecas.
En FesteaPay, ofrecemos una solución construida específicamente para las discotecas donde la mayoría de las ventas son de bebidas, pero también pueden ocasionalmente vender merchandise y comida como extras. Los asistentes piden y pagan en 30 segundos con su móvil (que ya llevan consigo en todo momento) y sólo tienen que acercarse a cualquier barra para recibir su pedido. Como no tienen que pagar ni comunicar su pedido al personal, el proceso es mucho más rápido, lo que se traduce en un aumento del gasto y de la satisfacción del cliente.
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