¿Cómo funciona un sistema cashless sin pulseras?

25/04/2025 · El Equipo de FesteaPay · 3 min. de lectura

En los últimos años, el término cashless se ha vuelto sinónimo de pulseras, especialmente en festivales de gran tamaño. Si bien estos sistemas aportan beneficios como seguridad y transacciones simplificadas, a menudo presentan desafíos logísticos que han limitado la adopción en discotecas, donde los eventos son más cortos y la eficiencia operativa y la rentabilidad son cruciales.

Imagina entrar en una discoteca abarrotada, listo para disfrutar de la noche. En lugar de hacer cola para recargar una pulsera, simplemente usas tu móvil para pedir tu bebida.

  1. Escaneas un código QR, accedes a un menú digital, pagas con Apple Pay o Google Pay y recibes un código QR por cada consumición.
  2. En la barra, los camareros escanean este código, confirmando de inmediato el pedido y permitiéndoles enfocarse únicamente en servirlo.

Este proceso rápido no solo reduce la congestión, sino que también mejora la experiencia del cliente por su simplicidad. Veamos cómo los sistemas sin pulseras se comportan frente a las soluciones cashless tradicionales y los beneficios que ofrecen en el contexto de las discotecas.

Una imagen decorativa de la barra de un bar

Menores costes operativos

En un entorno de discoteca, gestionar eficientemente las colas es crucial. Con la duración limitada de los eventos frente a un festival (generalmente solo de 6 a 8 horas) las discotecas no pueden permitirse largas colas de entrada que se forman al tener que distribuir y explicar las pulseras. Las pulseras también aumentan significativamente los costes operativos, ya que se debe entregar una a cada cliente y establecer puntos de recarga por todo el local. Cambiar a un sistema sin pulseras elimina estos retrasos y costes, permitiendo una entrada más fluida y rápida, así mejorando la experiencia del cliente desde el principio.

Mejor experiencia para el usuario

Las pulseras requieren que los asistentes precarguen dinero, lo que produce preocupaciones sobre si llegarán a consumir todo el saldo. Sin pulseras, los clientes utilizan su móvil para pagar cada bebida, permitiéndoles comprar exactamente lo que desean a lo largo de la noche la noche. Esta flexibilidad fomenta compras impulsivas, ya que no tienen que comprometerse a un presupuesto fijo de antemano.

Además, el sistema puede aprovechar el historial de pedidos y el momento del evento para ofrecer upsellings específicos. Por ejemplo, sugerir pedir una ronda de chupitos para acompañar las copas en el carrito, o recomendar la compra de agua al final del evento, aumentando el ticket de cada pedido.

Eficiencia y control en las barras

Los sistemas tradicionales de pulseras requieren que los camareros registren los pedidos manualmente y escaneen las pulseras con NFC para restar el saldo correspondiente, lo que es propenso a errores y lento.

En un sistema sin pulseras, los clientes simplemente muestran un código QR, que los camareros escanean para confirmar inmediatamente si la consumición es válida. Esto permite a los camareros enfocarse únicamente en servir bebidas, mejorando la velocidad y reduciendo errores. Cada pedido lo registra el cliente, asegurando la exactitud de los datos y liberando a los camareros de esta tarea repetitiva.

Foto de una camarera escaneando un móvil con una PDA antes de servir una consumición

Pasar a un sistema cashless sin pulseras puede transformar las operaciones de tu discoteca, tal como lo ha hecho para Fabrik, uno de los clubes más grandes de Europa. Al adoptar un sistema cashless con el móvil, tu club puede reducir costes, mejorar la eficiencia del servicio e incrementar el ticket medio. Descube más sobre cómo se implementó en esta mítica discoteca leyendo el caso de éxito.

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